Así es, amarillo, reluciente y bonito. Es el sol, nuestro
sol, el que sale cada día para recordarnos que hay que levantarse y empezar de
nuevo. El que dora nuestras pieles y nos pone reguapos cada año en verano y el
que también se pone molesto cuando le salen competencias como las que vais a
ver a continuación. Claro que… de tal palo tal astilla J y en la casa de estos niños… madera hay un
rato, o no papis? ♥
©Almudena Quesada. Todos los derechos
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