Itziar nació
con los ojos dispuestos a no perderse nada. Unos preciosos ojos que son bonitos
aun cuando están un poco tristes. Este fin de semana se celebrará su bautizo y
su mamá, que es un sol bonito y radiante, quiso venir y dejar constancia de la
etapa tan dulce por la que pasa esta bebé. El domingo estaremos con ellos y
seremos testigos de la felicidad de la familia.
No recuerdo
a quien fue pero el caso es que una vez escuche a alguien decir que cada bebé
es un milagro único e imposible de repetir. ¡Qué verdad más grande, leches! ;)