Se hizo la luz cuando su mamá los cambió de ropa. Y es que Cristina
y Jesús, en un momento, pasaron de ser dos niños guapísimos, a ser dos niños
guapísimos de los anuncios de los años de
nuestros abuelos o lo que es lo mismo, dos niños de estilo vintage.
La carne es débil,
amig@s, y una, que es una enamorada de
esa estética, no pudo resistirse a reproducir durante la sesión ese tipo de imágenes. ¿Sólo a mí me recuerdan estas criaturas a las
que aparecían en las latas de galletas o en la publicidad de alguna merienda?
Quiero dar las gracias a la mamá de estos niños por dejarme
publicar las imágenes de sus hijos pero también por no poner trabas a mi
trabajo y dejarme actuar con total libertad. Millones de gracias Cristina, te
mereces un montón de cosas buenas.
©Almudena Quesada. Todos los derechos reservados