Aroa es una
de esas niñas que enamoran con la mirada. Ha sido muy fácil trabajar con ella
porque es tranquila y serena, como su belleza. Es encantadora, cariñosa y madura. Es tan alta como la luna y tan bonita
como el sol.
De su sesión
destacan especialmente unos cuantos retratos entre los que he seleccionado los
que os enseño porque me parece que transmiten perfectamente la personalidad de
esta niña. Aroa, por favor, no tardes en volver.